Reduflación o “Skimpflation”, la otra forma de inflación que está pasando inadvertida para clientes y usuarios

Reduflación o “Skimpflation”, la otra forma de inflación que está pasando inadvertida para clientes y usuarios

Los productos en las estanterías de los supermercados son cada vez más pequeños, pero los consumidores pagamos el mismo precio.

Pero además de reducir el tamaño de los productos, las empresas también están disminuyendo la calidad y disponibilidad de sus servicios, al tiempo que mantienen los precios estables.

Reduflación es un término utilizado para describir una práctica comercial en la que se reduce el tamaño o la cantidad de un producto manteniendo su precio. En otras palabras, en lugar de aumentar el precio de un producto, los fabricantes o productores disminuyen la cantidad o el tamaño del producto, dando la apariencia de un precio estable.

Este fenómeno se emplea a menudo como una forma sutil de aumento de precios. Es posible que los consumidores no noten inmediatamente la reducción en el tamaño o la cantidad, pero esencialmente están pagando la misma cantidad por menos producto. La contracción inflacionaria puede ser una respuesta al aumento de los costos de producción, como aumentos en los gastos de materia prima, mano de obra o transporte.

Los ejemplos comunes de contracción inflada incluyen alimentos, donde el tamaño o el contenido del empaque se reducen, pero el precio permanece constante. Esta práctica permite a las empresas mantener sus márgenes de beneficio sin aumentar abiertamente los precios, lo que podría generar resistencia en los clientes.

Los consumidores pueden encontrar frustrante la contracción inflacionaria, ya que podrían percibirla como una forma de engaño. Subraya la importancia de prestar atención a los tamaños y cantidades de los productos, especialmente cuando se compran bienes que frecuentemente están sujetos a tales prácticas.

Este efecto es una respuesta al aumento en el nivel general de precios de los bienes, manifestado por unidad de peso o volumen, a causa de múltiples factores, principalmente la pérdida de poder adquisitivo de la moneda, la caída del poder de compra de los consumidores y/o el aumento del costo de los insumos, cuya respuesta de la oferta es la reducción en el peso o tamaño de los bienes tranzados. La reduflación se concibe entonces a modo de adaptación de la oferta a la presión inflacionaria, se plantea para evitar una perturbación en la dinámica de transferencias hacia el mercado, y frente a la competencia. ​ Por causa y respuesta, se configura entonces como una forma sigilosa de inflación.