Se construye en Chile. Cómo esta tecnología está revolucionando la ciencia.
En el desierto de Atacama, Chile, se construye el Telescopio Extremadamente Grande (ELT), el mayor telescopio óptico del mundo. Este proyecto, liderado por el Observatorio Europeo Austral (ESO), contará con cinco espejos avanzados, cruciales para captar y canalizar la luz del cosmos. El espejo primario M1, de 39 metros de diámetro, es el más grande jamás construido y podrá captar 100 millones de veces más luz que el ojo humano. Además, el espejo M4, el más grande deformable, cambiará de forma 1,000 veces por segundo para corregir turbulencias atmosféricas.
En paralelo, el Instituto Max Planck ha desarrollado un "espejo cuántico", compuesto por átomos que reflejan la luz de manera controlada, abriendo posibilidades para futuras tecnologías cuánticas, como redes a prueba de piratería. Por su parte, la empresa Zeiss en Alemania ha innovado con espejos ultradelgados utilizados en máquinas de litografía ultravioleta extrema (EUV) para la fabricación de chips informáticos. Estos espejos permiten una precisión extrema y podrían ayudar a producir microchips con un billón de transistores para 2030, impulsando tecnologías como la inteligencia artificial.
Los avances en espejos ópticos y cuánticos están revolucionando tanto la exploración espacial como la microfabricación, demostrando que el control de la luz sigue siendo clave en el desarrollo tecnológico.