La Provincia incorpora 105 mediadores al sistema judicial para fortalecer la resolución pacífica de conflictos

La Provincia incorpora 105 mediadores al sistema judicial para fortalecer la resolución pacífica de conflictos

El Gobierno de Santa Fe, a través del Ministerio de Justicia y Seguridad, entregó matrículas y certificados a 105 nuevos mediadores judiciales, que se suman al sistema provincial.

En esta oportunidad fueron incorporados 70 profesionales en el sur de la provincia y 35 en la zona centro-norte, quienes se añaden a los 1.600 mediadores que ya trabajan en las 36 sedes distribuidas en todo el territorio.

Además, se otorgaron diplomas de reconocimiento a abogados que realizan patrocinio jurídico gratuito, en apoyo a personas que no pueden afrontar los costos de la asistencia legal.

“Un puente hacia la conciliación”

El director provincial de Mediación, Marcelo García, destacó que la figura del mediador “aporta herramientas para la resolución pacífica de los conflictos” y permite que las partes puedan alcanzar un entendimiento.

“Siempre que hay dos personas enfrentadas resulta muy difícil que se pongan de acuerdo; en cambio, cuando interviene un mediador, aparece la posibilidad de lograr un acercamiento y una solución”, subrayó.

García también explicó que la mediación implica una formación continua: comienza con una etapa básica de entre 12 y 15 meses y requiere acreditar 60 horas de capacitación cada dos años para el reempadronamiento.

Impacto en el sistema judicial

Actualmente, en Santa Fe la mediación alcanza un 28% de acuerdos antes de llegar a juicio. Si se suman los casos que desisten, caducan o no continúan el proceso judicial tras pasar por la instancia de mediación, el impacto supera el 40% de expedientes que no llegan a tribunales.
“Sin la mediación, hoy la justicia necesitaría casi el doble de jueces, fiscales y secretarios. Es una herramienta inmediata para la eficacia del sistema judicial”, sostuvo el funcionario.

Mediadores comunitarios

Más allá del ámbito judicial, la provincia impulsa la figura del mediador-facilitador comunitario, con un rol preventivo en sectores como el deporte, la salud, la educación, los barrios y los organismos de atención al público.

En esta primera etapa, el trabajo está puesto en el sistema penitenciario, donde los mediadores acompañan a personas privadas de la libertad en procesos de resolución pacífica de conflictos. “Se trata de comprender y empezar a desarmar los nudos de violencia para construir un entendimiento”, agregó García.

La incorporación de nuevos mediadores fortalece no solo la capacidad del sistema judicial, sino también el tejido social. En una provincia atravesada por conflictos cotidianos y complejos, la mediación se posiciona como una herramienta clave para descomprimir la justicia formal, promover el diálogo y generar una cultura de paz.