El economista Daniel Susskind analiza los desafíos y oportunidades del crecimiento económico en un planeta con recursos limitados, destacando la necesidad de un progreso tecnológico sostenible.
El dogma del crecimiento económico, enarbolado por políticos como bandera de éxito, es criticado por algunos como la fuente de muchos males actuales. El economista británico Daniel Susskind, en su libro "Growth: A Reckoning", argumenta que el crecimiento económico ha sacado a millones de la pobreza y mejorado la salud y educación, colocándolo en el centro de la vida económica global. Sin embargo, este crecimiento ha conllevado un alto precio: aumento de desigualdades, destrucción ambiental y tecnologías desestabilizadoras.
El concepto de crecimiento económico se consolidó durante la Segunda Guerra Mundial cuando el gobierno británico, guiado por John Maynard Keynes, desarrolló el PIB para medir la economía. Durante la Guerra Fría, el crecimiento económico se convirtió en una medida del éxito ideológico entre EE.UU. y la URSS. Susskind destaca que el crecimiento está impulsado por el progreso tecnológico y la generación de nuevas ideas.
La obsesión por el crecimiento se basa en su asociación con la prosperidad. El crecimiento económico ha mejorado significativamente la calidad de vida, pero también ha exacerbado problemas como la destrucción del medioambiente y la desigualdad. Las tecnologías, particularmente en el siglo XX y XXI, han favorecido a los más calificados, aumentando la brecha de ingresos y la concentración de riqueza.
El crecimiento económico futuro dependerá de nuevas ideas generadas por la inteligencia artificial, no solo por humanos. La IA, con sus capacidades amplias y creativas, plantea desafíos y oportunidades, incluyendo la necesidad de nuevas habilidades laborales.
Susskind sostiene que no debemos abandonar el crecimiento, sino buscar formas de crecimiento sostenible que no destruyan lo valioso. La idea del decrecimiento, aunque popular, sería catastrófica, condenando a millones a la pobreza extrema. En cambio, debemos cambiar las tecnologías que impulsan el crecimiento para reconciliar sus beneficios con sus costos.