Seguros de retiro: una herramienta para pensar el futuro desde lo local

Seguros de retiro: una herramienta para pensar el futuro desde lo local

Desde una mirada local, el desafío es claro: ¿cómo hacer que estos instrumentos no sean solo para un sector privilegiado de la población?

En la Argentina, hablar de previsión social es hablar de incertidumbre. La inflación, las reformas que nunca terminan de consolidarse y la sensación de que el Estado no puede garantizar jubilaciones dignas, hacen que cada vez más familias busquen alternativas para asegurarse un futuro más previsible. Una de esas opciones son los seguros de retiro, productos financieros que todavía generan dudas pero que, bien diseñados, podrían jugar un papel clave en la economía regional.

Desde una mirada local, el desafío es claro: ¿cómo hacer que estos instrumentos no sean solo para un sector privilegiado de la población? En provincias como Santa Fe, donde conviven el productor agropecuario, el empleado público y el trabajador de la pequeña industria, los seguros de retiro deberían pensarse con flexibilidad y cercanía. Planes en pesos ajustados por inflación, aportes escalonados que acompañen los ingresos reales de la gente y beneficios fiscales claros son pasos imprescindibles para que esta herramienta no quede en manos de pocos.

Además, hay un costado productivo que no debe pasarse por alto. Si los aportes que se canalizan a través de seguros de retiro se invirtieran en proyectos locales —infraestructura, energías renovables, economías regionales—, se lograría un doble impacto: dar rentabilidad a los aportantes y dinamizar la economía del interior. En otras palabras, el ahorro privado transformado en motor de desarrollo local.

Por supuesto, persisten los riesgos. La falta de cultura financiera, la desconfianza hacia las aseguradoras y la inestabilidad normativa pueden jugar en contra. Pero negar la discusión es condenarnos a depender únicamente de un sistema previsional que ya muestra sus límites.

Pensar los seguros de retiro con un enfoque local significa poner al vecino en el centro: que el trabajador santafesino, el comerciante de barrio o el docente puedan proyectar un retiro digno sin necesidad de cuentas en el exterior ni productos atados al dólar. No es un camino sencillo, pero sí una oportunidad para empezar a escribir un futuro con más previsibilidad y, sobre todo, más equidad.

Por Martín Ríos – Redacción Multimedios Santa Fe